Escribo después del dolor y del daño. De un lunes siniestro, seguido de un martes ausente...
No hay duda, los periodistas sabemos gestionar mejor el dolor ajeno que el propio. Y es imposible condensar aquí un adiós de 20 años. Las risas, las juergas, las guardias, los abrazos, los guiños, los horarios eternos...
El inicio. El aprendizaje. Los pasillos. Mis recuerdos. Y el adiós... El problema no fue el lunes. El problema está en el martes, el miércoles, el jueves... y en los días que vendrán. Hubo otros lunes, pero no fueron los vuestros.
Lunes negro. Martes más oscuro todavía. Empieza la ausencia y el vacío. Y el duelo... No hay lágrimas prefiero una sonrisa y mi homenaje : Seguir haciendo periodismo.
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