martes, 30 de septiembre de 2014

OTOÑO

  Aún quedan recuerdos del verano en los pies de mucha gente. Los miro de reojo en el metro, casi con vergüenza. A mí siempre me han dado vergüenza los pies. En la playa los enterraba y sólo se ponían morenos a partir del empeine.
  Aún quedaban pulseras en los tobillos, en muchos de los que entraban en el vagón. Y sandalias; ahora bailando en los pies por el efecto de la bajada de las temperaturas. Y dedos asomando coloridos... Naranjas, verdes, amarillos: Los tonos flúor de la caducada estación.
  Somos aquellos que todavía nos resistimos a sacar las botas los que debajo de un jersey llevamos oculta una camiseta sin mangas; que a mediodía siempre hace calor. Llega el otoño, sí, pero me resisto a abrir el armario por la puerta de la derecha. Ya habrá días. Muchos días...
 Mañana voy a ponerme unas sandalias con calcetines.
P.D. Acabo de terminar el último libro de Millás. Quizá eso explique algunas de las cosas que escribo hoy.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

ADIÓS...

  Le dije adiós tímidamente, como intentando que casi no se diera cuenta. Le dije adiós rápidamente, para evitar que notara mi voz entrecortada y el nudo que impedía que tragara saliva. Era la primera vez que nos separábamos después de 6 años. Era temprano y hacía fresco... ese estado meteorológico que te deja la piel fría y la cara tirante cuando andas por la calle. Estábamos a punto de estrenar el otoño.
  Ella me miró sonriente; siempre sonreía. Tiró de su maleta y movió su mano derecha ágil y firme para decirme adiós. "Te quiero"; leí en sus labios en la distancia mientras intentaba no tropezar con la maleta del que iba delante en la fila.
  Ella empezaba primaria. Yo también iniciaba una nueva etapa. Las dos nos hacíamos mayores. Y entonces, una lágrima resbaló por mi mejilla...
  

martes, 16 de septiembre de 2014

MUÑECAS RUSAS

Así somos... Muñecas rusas.
  Unas dentro de otras. Idénticas pero muy distintas. Idénticas en el dibujo; por fuera. Muy distintas por dentro; por el tamaño. Las coincidencias en la vida son así : Entre el humanismo y el conocimiento. Por fuera no importa. Por dentro sí hay diferencias.
   He comprendido que sólo tenemos una vida y todas son iguales: Problemas, estrés, broncas en el trabajo, inconformismo... Eso lo tenemos todo, independientemente del lugar de trabajo y del trabajo que tengamos. Todo depende de cómo sea cada uno. Vas en el metro y ves gente así. Pero en Huelva también me las he encontrado. A todos nos pasa lo mismo. Pero todos no somos iguales. Y ahí está nuestra elección. Sacas la muñeca rusa y siempre una es más grande que la otra. Podría ser hasta el infinito. Se expanden y ocultan con la misma facilidad. Parecen iguales, pero son muy diferentes. La virtud está en elegir cómo meterlas unas dentro de otras. Y que encajen.
  Siempre me han gustado las muñecas rusas.

lunes, 8 de septiembre de 2014

LEGAÑAS EN LOS OJOS

Avisadme. Gritadme cuando me veáis con legañas en los ojos.
Cuando entendáis que he dejado de mirar hacia el frente
... y sospechéis que no viajo en el metro. No hablo con los amigos
o pontifico de cosas que no sé.

Avisadme. Gritadme cuando me veáis con legañas en los ojos.
Sin escuchar, sin entender, sin tocar ni llorar...
Caminando errante por las calles, hierática por los pasillos
ahogada en mi propio yo.

Avisadme. Gritadme cuando me veáis con legañas en los ojos.
Las que ciegan y deforman la realidad y sus circunstancias.
Avisadme si sólo me oigo yo y he dejado de meterme, dentro,
la voz de los otros que me escuchan.

Avisadme. Gritadme cuando me veáis con legañas en los ojos.
Y los oídos tapados y la boca cosida. Avisadme.


lunes, 1 de septiembre de 2014

DE VUELTA... A EMPEZAR

Otra vez. Como siempre. Como cada año. Olvidando el mar y sus olas. La cervecita más fría del mundo en el chiringuito. Las siestas sin alarma. Las comidas cuando hay hambre. Los pies desnudos, descalzos, sin presión, sin amarres, sueltos... Los pantalones cortos, los colores sin rima, las toallas que no secan, la espuma del mar cuando rompe, la orilla, la arena que se cuela en sitios imposibles, la brisa, la marea, la luna naranja, la misma música en el coche una y otra vez sin descanso... Las cremas, la sombrilla, la puesta de sol con asombro largo y aplauso incluido. El reloj olvidado en la mesilla de noche, el sombrero, el periódico de lectura lenta, un libro y otro, y otro... Sin wi-fi, paso lento, cansino, suave, caracol, pato...

Vivo en el recuerdo para fantasear algunos días más; lo que dure... Y cambiar el amable vecino de la sombrilla por el enfadado compañero de siempre. Y volver a las prisas y a las etapas contra-reloj. Minuto a minuto, corriendo, saltando, frenando, pitando... no llego, no sé, no tengo, no hay, hoy no. Mañana. Cocinando, fregando, programando, conduciendo, peleando, chillando, volando, pasando páginas sin ton ni son. Durmiendo; poco. Soñando, faltando, midiendo, aguantando, pensando. Viviendo... o no. Realidad. Empezar.