lunes, 23 de marzo de 2015

EN SILENCIO

Adoro el silencio... El de mi casa, el de la playa que sólo permite escuchar el mar y la resaca de las olas. El silencio en mi cabeza que me deja oírme y aconsejarme. Ese silencio como de mudo; mortífero.
Me gusta la gente que se mueve en silencio aunque lo haga rápido, con fuerza y convicción; pero en silencio. Los que hablan desde su silencio. Y con su silencio, se ganan mi respeto. Hay muchas maneras de hacer las cosas, con fuegos de artificio... y en silencio. Yo opté por el silencio pero... ¿Me ayuda el silencio o es momento de hablar? ¿O es posible hablar y también guardar silencio? Creo que hay que combinar las dos cosas. Esa es la clave del éxito.
Me hablan mis amigos y los que creen en mí. Y yo les escucho desde mi silencio. No es necesario convencer. El trabajo está hecho, sólo hay que mirarlo. Las grandes obras se miran en silencio. Y a veces te dejan mudo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario